Wednesday, August 20, 2008

Don´t ask why

Hace un rato me hicieron recordar que existía este blog.
Ya lo había olvidado.
Y para colmo, está linkeado...

Qué vergüenza :s

- Será motivo para que escriba de vez en cuando.
Y de vez en cuando recordar que escribo. -

Ayer fue un día tan extraño.

El día inició así: debía llegar a las 10am a encontrarme con un amigo para que me ayude a realizar unos trámites de visa para España. Para ello debía imprimir primero mi reserva de avión, ya que me lo pedían como requisito. Desperté a las 8am pensando - "me baño y busco una cabina para imprimir".

Le pregunto a mi roomate si conoce algún café internet y me dijo que simplemente no había. - Craso error: esto no es Perú. Parece ser que acá todo el mundo tiene su propia impresora.-

Así que me dio la opción de ir con ella a la embajada de Polonia - en donde trabaja - para hacerme el favor. Fuimos, esperé y me dio los papeles en un file. Para esto, yo ya estaba tarde. Tomé el tren, y en una de las conexiones me quedé varada por 30 minutos.

Yo mientras, pensando - "me va a matar, me va a matar, me va a matar...". Mi amigo es español, pero prácticamente ya es todo un japonés, lo que implica MUCHO. Llegar tarde implica: no me tiene consideración, no tiene respeto a los demás, es desordenada, caótica, dormilona, volada, etc. En pocas palabras: simplemente no se puede contar con ella.

Yo, muriendo. Parada en el metro sólo me preguntaba del por qué de tanta mala suerte.

Luego hice un giro, y en vez de sólo pensar en mi situación - y desgracia - me enfoqué en la razón por la cual un tren en Tokyo no llegaba a la hora. La verdad es que sólo existe una.

En otros lugares los trenes siempre llegan tarde, se malogran, cambian de ruta, son viejos, cochinos, etc. Pero esto es Tokyo: la ciudad máquina. Simplemente no es posible.

Una peruana que conocí la semana pasada en un festival de danza le puso una muy buena chapa a este fenómeno: los kamikazes. La única razón por la que un tren se demora es porque alguien se ha lanzado a los rieles, por lo que deben limpiar la zona para que luego el tránsito continue.

¿Por qué alguien que sale de su casa en plena mañana decide simplemente tirarse a los rieles? Sólo tenía una herramienta para responderme: la empatía.
Me puse en los zapatos de aquella persona, pero como en Perú sólo existen combis, me imaginé en una de ellas montada en plena mañana yendo a la universidad.

Recordé que algunos días miraba el aslfalto corriendo por la ventana pensando: me da lo mismo estar sentada acá o tirarme en este momento de este carro.

Extraño pensamiento.
Pero que surgía con mucha naturalidad.
Al igual que a muchos imagino...
- o por lo menos al igual que los kamikazes -

Hay veces que a uno se le pasan por la mente tantas cosas...
La diferencia está en realizarlas o dejarlas pasar.
Qué determina la toma de desición: no lo sé.
Tal vez tan solo por Incercia.
Simplemente lo hicieron.

- qué extraño
por inercia unos se tiran
y otros caminan - pensé.

Llegué a Roppongi y mi amigo - por suerte - no me mató.

Caminamos a la embajada y el hombre que nos atendió, a pesar de ser muy amable, nos ponía mil y un impedimentos para que pueda conseguir la visa.

Claro que para quien me acompañaba y su amigo - quien estaba de visita en la ciudad - esto no tenía ningún sentido. Simplemente no entendían. Para mí por supuesto no era la primera vez que maldecía al bendito pasaporte guinda.

Luego de lucharla - pero no ganarla - nos fuimos a comer a un restaurante indú. Estos chicos me contaron acerca de una película de aquel país en la que mujeres hermosas bailaban y le arrancaban la cabeza a cuanto hombre se les apareciara en el camino con tan sólo el movimiento de sus caderas. Lo más extraño - me dijeron - es que eran niñas las que veían el filme... como si fuese lo más natural del mundo.

- sí, yo tampoco entendí -

Luego por la tarde, después de seguir haciendo papeleos para la visa, volví a quedarme varada otros 30 minutos... Tuve que tomar otra línea y en otra conexión habían paramédicos atendiendo a un hombre tirado en la plataforma de la estación.

¡¡¡¡Qué está pasandooo!!!
¡¡¡Tres kamikazes en un díaaaa!!!

Para esas alturas, yo ya estaba destrozada: físicamente, emocionalmente, moralmente, y unos etc´s más. Ahí fue cuando decidí ponerme en piloto automático y me dije: pau, sólo camina y llega a tu casa. Como sea.

Recordé que una mi amiga el fin de semana pasado me dijo: "a tu edad - ella ya tiene 62 - leí un libro muy bueno. Se titulaba "Don´t ask why". Creo que lo escribió un suizo. No sabes cómo me ha servido. "

Yo a mis 26, etapa en la que no sé por qué se me ha metido a la cabeza entender todas las cosas, me ha caído ese dato del cielo. Creo que ni es necesario leer la novela completa. Con el título me basta.

Hay veces que uno trata de entender tantas cosas...
Pero la verdad es que...

Cansa.

Muchas veces las cosas simplemente son o suceden.

Hay veces que es mejor sólo seguir caminando.
Porque de vez en cuando no entender no tiene nada de malo.

Al final, es tan difícil encontrar el sentido de todas las cosas
y tratar de encontralo se convierte en una tarea casi cómica

- mas bien absurda -

Muchas cosas no son como se supone debieran de ser, no?

- Será que cada cosa tiene su propia lógica.
I hope -

- tokyo -

No comments: